Acciones positivas, medidas necesarias en las empresas

Acciones positivas, medidas necesarias en las empresas
10 septiembre 2019 Concilia2

Los datos son claros. La mayor parte de las personas que dirigen las empresas, e incluso los países, son hombres. El techo de cristal se evidencia. Aún en la actualidad las mujeres se encuentran con multitud de dificultades para acceder a los puestos de poder. Para garantizar su participación en las diferentes esferas de la vida, incluidas las empresas, se necesita equidad de género.

El principio de Equidad de Género

La equidad es una forma de justicia social. Pretende aportar unos recursos equivalentes en función de las necesidades para superar las desigualdades.

Para la Organización Internacional del Trabajo, la equidad de género es, al mismo tiempo, una cuestión de derechos humanos. Afirma así que mientras exista la discriminación por motivos de sexo (así como de raza, etnia, nacionalidad, edad, estado civil, opción religiosa, etc) no puede haber respeto efectivo a los derechos humanos ni una verdadera democracia.

Esta herramienta es la que permite la existencia de las acciones positivas.

¿Qué son las acciones positivas?

mujeres y hombres

El Comité para la Igualdad entre Mujeres y Hombres del Consejo de Europa define las acciones positivas como el conjunto de “estrategias destinadas a establecer la igualdad de oportunidades, por medio de medidas que permitan contrarrestar o corregir aquellas discriminaciones que son el resultado de prácticas o sistemas sociales”.

Lo mismo señala la Ley Orgánica 3/2007 de 22 de marzo para la igualdad efectiva de mujeres y hombres. Esta normativa regula expresamente las acciones positivas en su artículo 11:

  1. Con el fin de hacer efectivo el derecho constitucional de la igualdad, los Poderes Públicos adoptarán medidas específicas en favor de las mujeres para corregir situaciones patentes de desigualdad de hecho respecto de los hombres. Tales medidas, que serán aplicables en tanto subsistan dichas situaciones, habrán de ser razonables y proporcionadas en relación con el objetivo perseguido en cada caso.
  2. También las personas físicas y jurídicas privadas podrán adoptar este tipo de medidas en los términos establecidos en la presente Ley.

Por ende, se trata de establecer políticas de igualdad encaminadas a corregir y eliminar los desequilibrios y las situaciones discriminatorias de género.

 

Tipos de estrategias positivas

  • Por un lado, las que actúan sobre el punto partida para que mujeres y hombres accedan a los mismos recursos bajo iguales condiciones. No garantizan por tanto el resultado, pero sí inciden sobre el acceso a los recursos.

acciones positivasPor ejemplo, la brecha digital afecta más a las mujeres que los hombres, este hecho conlleva a que muchas mujeres tengan menos oportunidades a la hora de optar a un empleo. Sabiendo esta realidad, muchas organizaciones prestan servicios de formación para que las mujeres puedan aprender el uso de las TIC para su incorporación y mantenimiento en el mercado laboral. Este tipo de formaciones inciden en el punto de partida y en el recorrido, pero no garantizan, por si solas, que las mujeres consigan un empleo,aunque sí actúan ofreciéndoles el conocimiento necesario para llegan con las mismas condiciones a acceder a un empleo.

  • Por otro lado, están las que inciden sobre el resultado. Tienen una función correctora y actúan en el punto de llegada, garantizando los resultados. Se trata de igualar la situación y posición de mujeres y hombres.

Un ejemplo de medida de acción positiva de este tipo sería que para acceder un puesto de poder, ante dos curriculum con igual valor, se escoge el del sexo que está infrarrepresentado. En este caso, sí se actúa sobre el resultado.

Este último tipo de medias de acción positiva son las que el Estatuto de los Trabajadores reconoce en su artículo 17.4. Asegura que, mediante negociación colectiva, podrá establecer medidas de acción positiva para favorecer el acceso de las mujeres a todas las profesiones. A tal efecto podrá establecer reservas y preferencias en las condiciones de contratación de modo que, en igualdad de condiciones de idoneidad, tengan preferencia para ser contratadas las personas del sexo menos representado en el grupo o categoría profesional de que se trate.

 

¿Son las acciones positivas medidas discriminatorias?

A pesar de su eficacia, las acciones positivas no siempre han sido bien entendidas. Así, son habituales las voces que afirman que estas son discriminatorias

currículum

o que lo que promueven es el acceso de mujeres que no se lo merecen al poder, argumentando, a su vez, que debe primar la capacidad y no el sexo de las personas. El problema, es

que de modo natural no siempre se escoge a las personas más capacitadas.

Los datos aseguran que las mujeres son mayoría en las universidades y sacan mejores notas, pero que muy pocas llegan a los procesos finales para ascender en un puesto d

e trabajo. Esto deja de manifiesto que quienes se encargan de esos procesos se basan en criterios que no son meramente objetivos, de ahí la necesidad de establecer estas medidas.

Asimismo, las acciones positivas parten precisamente del principio de meritocracia. Entre candidaturas con igual mérito y capacidad, se escoge al sexo infrarrepresentado. Nunca se elige a alguien del sexo menos representado si los méritos no son iguales. Por lo tanto, es una medida justa.

En este debate ha sido relevante la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea que especifica que “el principio de igualdad no impide el mantenimiento o la adopción de medidas que supongan ventajas concretas en favor del sexo menos representado”.

A nivel estatal, la compatibilidad de las acciones positivas con el ordenamiento jurídico deriva tanto del contenido del artículo 14 de la Constitución, que recoge el principio de no discriminación, como del artículo 9.2, donde se legitima como estrategia de actuación de los poderes públicos.

De esta forma, la Constitución, no solo abrió la puerta a la posibilidad de aplicar acciones positivas sino que estableció una autentica obligación para los poderes públicos de garantizar la igualdad real y efectiva.

Lo mismo apunta el Tribunal Constitucional que establece como principio general que no toda desigualdad de trato es contraria al principio de igualdad.

Características de las medidas de acción positiva

  • Son temporales, solo vigentes mientras existe la desigualdad.
  • Buscan la equiparación de oportunidades
  • Visibilizan situaciones de desigualdad, actúan sobre ella y contribuyen a eliminar los obstáculos relacionados con los roles y estereotipos de género que impiden el acceso, permanencia y ascenso a determinados empleos o esferas de poder.
  • Abordan situaciones de forma directa y específica
  • Son revisables, para estudiar si están funcionando y puedan ir adaptándose a las nuevas necesidades.

Jéssica Murillo, periodista experta e igualdad e intervención en violencia de género

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