Por Marta Burgués.
“Cada vez más empresas están implantando planes de flexibilidad. Un ejemplo muy claro son las start-ups”, Sílvia Forés, directora de Recursos Humanos en Baker McKenzie Barcelona.
El mundo empresarial está cambiando. Pero alcanzar un nivel óptimo en flexibilidad y conciliación laboral todavía es una asignatura pendiente para las compañías del país. Silvia Forés, directora de Recursos Humanos en Baker McKenzie Barcelona, nos explica que antes la conciliación laboral era un tema que preocupaba especialmente a las personas con familia, pero ahora es de especial interés también para las nuevas generaciones. No comenta mucho más sobre el tema en esta entrevista.
¿Por qué crees que España está años luz en comparación con otros países en conciliación laboral dentro de las empresas?
Opino que fundamentalmente se debe a dos motivos: por un lado, los tradicionales horarios laborales largos y con una pausa excesiva al mediodía marcan el estilo de vida del país y no favorecen la conciliación y, por otro, el cuidado de los hijos recae aún, dentro de la gran mayoría de familias, en la mujer. Los roles en este sentido no están equitativamente compartidos, comparado con otros países estamos en el camino pero aún muy lejos de la igualdad y ello impacta en la conciliación.
¿Y la flexibilidad en las empresas?
Existe una cultura de presencialismo muy fuerte, muchos empresarios tienden a pensar que si los empleados no están en la oficina no están produciendo. Según ellos, horarios flexibles implican dolores de cabeza y teletrabajo es sinónimo de poco control. Por suerte, ya hay empresas, incluso de sectores tradicionales, que empiezan a implantar o ya llevan años implantando planes de flexibilidad, porque han visto que lo anterior es falso: los empleados felices rinden más y la flexibilidad sin duda es un punto importantísimo que directamente incide sobre esta satisfacción en el trabajo.
¿Qué tendrían que hacer las compañías para avanzar en este aspecto?
Primero de todo, superar esta barrera del miedo a la pérdida de control sobre el empleado. En este sentido, como directora de RRHH, yo recomiendo no empezar la casa por el tejado, sino hacer una prueba con un pequeño colectivo de trabajadores durante unos meses, analizar cómo ha ido y luego hacer extensible el plan al resto de la organización.
Recomiendo marcar “las reglas del juego”: quién puede solicitarlo (hay trabajadores que si su presencia física es vital, por ejemplo, una recepcionista no podrían hacer teletrabajo), qué grado de supervisión es necesario (una persona junior recién incorporada a lo mejor no podría acogerse hasta que fuera más autónoma), cuándo es posible solicitarlo, qué herramientas facilitará la empresa, etc. Finalmente, es necesario evaluar los resultados y hacer seguimiento. Puede haber trabajadores que no se sepan adaptar, es verdad, pero el miedo a no acertar con unos pocos no debería ser un freno a ofrecer flexibilidad en las empresas.
En las entrevistas a empleados/as, ¿Notas que les preocupan los temas de conciliación laboral?
Sí, muchísimo. Antes era un tema que preocupaba especialmente a las personas con familia, pero ahora es de especial interés también para las nuevas generaciones, que no conciben no tener tiempo para disfrutar de su ocio. Quieren trabajar, pero también tener tiempo para ellos.
¿Cuáles son las principales preocupaciones de los/as aspirantes en una entrevista?
En línea con lo comentado en la pregunta anterior, yo creo que preocupan los largos horarios, el llegar tan tarde a casa que no te quede tiempo para nada más. Sin embargo, sigue siendo muy difícil que alguien pregunte por ello en una entrevista porque automáticamente ponen su candidatura en la lista negra y le etiquetan como poco trabajador. Confundimos muchas horas con eficiencia: una persona puede estar muchas horas sentada en una silla hasta las 9 de la noche sin sacarse el trabajo y, en cambio, otra acabar a las 6 con todo el trabajo hecho.
En el caso de las mujeres, ¿el hecho de haber menos flexibilidad en las empresas es una razón para haber menos puestos de mujeres directivas?
No es el único motivo, pero influye, pues como he dicho al inicio, el peso del cuidado de los hijos sigue recayendo mayoritariamente en la mujer y eso hace que una mujer se lo piense antes de aceptar un puesto de alta responsabilidad o directamente puede ser que no se lo ofrezcan.
¿El trabajo de las empresas del futuro pasa por realizar jornadas flexibles, ya está pasando ahora?
Cada vez más empresas están implantando planes de flexibilidad. Un ejemplo muy claro son las start-ups. Poder trabajar desde cualquier lugar, en horarios variados adaptados a las necesidades de cada uno será el futuro, pero por suerte, ya se está viendo en algunas empresas. Existen profesionales que directamente rechazan una oferta de trabajo que no les permite trabajar con flexibilidad. Si las empresas no quieren perder talento, deberán tener muy en cuenta este punto en su oferta de valor al empleado cuando realicen un proceso de selección.
¿Qué son los trabajos por proyectos? ¿Cada vez están más demandados por las empresas?
Trabajar por proyectos implica la posibilidad de ser contratado por una o varias empresas de forma temporal, mientras dura ese proyecto. De hecho, los trabajos por proyectos van también muy ligados a la flexibilidad y, en muchas ocasiones, a dejar de ser asalariado para pasar a ser free-lance. A una empresa le proporciona la flexibilidad de contar con las personas especialistas que necesita para un determinado proyecto, sin tener que cargar la plantilla en exceso.
¿Qué perfiles se adaptan a este tipo de trabajo? ¿lo ves en las entrevistas?
Especialmente las nuevas generaciones son más proclives a trabajar por proyectos, han entendido que un trabajo ya no es para toda la vida y no les gusta estar atados a una sola empresa. Ponen en una balanza libertad versus seguridad y gana la primera opción.
¿Este tipo de trabajo permite mayor conciliación laboral?
En teoría sí, porque trabajando por proyectos eres más dueño de tu tiempo y tienes mayor libertad de organización. Sin embargo, no se puede descartar que alguien que trabaja por proyectos no acabe atrapado en largas jornadas porque la exigencia de los clientes sigue siendo muy alta.