El emprendimiento se ha convertido no en una opción, sino en una necesidad para muchas mujeres. Analizamos las barreras que se encuentran y los recursos que tienen. Porque no podemos perder el valor de las ideas de la mitad de la población.
Empoderamiento femenino
Desde 2014 se celebra a nivel internacional el Día de la Mujer Emprendedora. Una oportunidad fomentada por la ONU para reconocer el esfuerzo y el valor de las mujeres emprendedoras. El objetivo es claro: sensibilizar a la sociedad sobre los obstáculos y las dificultades que existen en el ecosistema empresarial y financiero actual para aquellas mujeres que quieren emprender. Así mismo este día también tiene como finalidad seguir contribuyendo con el empoderamiento femenino en el mundo y acabar con las desigualdades de género aún latentes en el ámbito empresarial.
A pesar de que el Día Internacional de la Mujer emprendedora ya lleva años celebrándose, el emprendimiento en las mujeres sigue siendo inferior al de los hombres. Aunque en los últimos años se han puesto en marcha muchos programas para acabar con esta diferencia, la cifra sigue siendo insuficiente. Más aún cuando la reciente crisis por covid y la recesión económica han hecho que las mujeres que emprenden sean menos que antes.
Mujeres solas, con fondos propios y en sectores feminizados
A pesar de que estos datos invitan al optimismo, existen otros estudios que demuestran que aún hay mucho camino por recorrer. Pues según el Mapa de Emprendimiento 2021 del Spain Startup-South Summit, las mujeres sólo representan el 20% del emprendimiento. Un porcentaje aún menor cuando se habla de startup. Esto puede tener muchos motivos de origen, pero sin duda uno de los principales motivos es que en las carreras como ingenierías menos del 30% de estudiantes son mujeres, a pesar de que más mujeres que hombres cursan estudios universitarios.
También importa con quién se emprende. A la hora de hacer grupos de emprendimiento, también hay brechas de género: mientras la mayoría de los equipos son mixtos (56% del total), los hombres emprenden juntos en el 35% de los casos y las mujeres solo en el 9%. Porcentajes similares a los del resto de Europa y otros países.
¿En qué sectores hay más emprendimiento femenino?
En cuanto a las materias sobre las que ellas emprenden también hay diferencias. La educación, la sanidad y las iniciativas de impacto social. Este dato en el Día de la Mujer Emprendedora nos devuelve a una realidad. Y es que existen sectores más o menos feminizados, entornos más difíciles para abrirse paso siendo mujer y donde se encuentran mayores problemas para empezar no teniendo contactos. De hecho, las actividades económicas y financieras que en otro momento estuvieron en los primeros puestos, ahora han sido desplazadas por estas actuales.
Un dato interesante que también arroja este informe es la diferencia de financiación entre hombres y mujeres. Mientras que los equipos compuestos solo por hombres tienen una financiación propia del 48% -completada por financiación pública y otros- este porcentaje sube hasta el 60% en el caso de las mujeres. La explicación detrás de este dato es la falta de financiación que aún existe para mujeres emprendedoras y la confianza que demuestran en sus proyectos, muchas veces más estudiados y pensados para lograr que arranquen.
El Covid, ¿oportunidad o aumento de la desigualdad?
Con la crisis del covid, los ERTEs y la ya anterior precariedad laboral, fueron muchas las mujeres que se animaron a emprender. O bien por necesidad económica, o bien por poner en marcha una idea de antes. Tanto una razón como la otra tiene el componente de desigualdad patriarcal. Por un lado, la precariedad afectó y afecta mucho más a las mujeres. Contratos temporales que acabaron sin estar cubiertos por los ERTEs, trabajo doméstico o incluso economía sumergida. La motivación de ganarse la vida alcanza al 72% en 2020 (47% en 2019). Si antes, emprender significaba generar riqueza o lograr una renta más alta, hoy día parece ser una alternativa casi obligada.
También la segunda razón, ya que las mujeres tienen más difícil contar con los apoyos para sacar una idea adelante e incluso con confiar en sus propias capacidades. También que muchas de ellas lo hacen para poder conciliar vida personal, cuidados y trabajo. Las mujeres perciben en el emprendimiento una oportunidad para ganar flexibilidad, pero sufren más la presión de no llegar a todo.
La mujer al cuidado de los menores, incluso siendo emprendedora
De hecho, según datos de la Comisión Europea, un 44% de los europeos consideran que el rol más importante de la mujer en la sociedad es el cuidado de los hijos y el 79% de ellas se encargan de las tareas domésticas a diario. Esta situación genera en las emprendedoras un profundo sentimiento de culpabilidad. Los resultados de este estudio sugieren que las barreras al emprendimiento femenino están interconectadas y se retroalimentan, de modo que sólo abordándolas en su conjunto puede haber un cambio de tendencia.
Y no es algo que haya pasado solo en España. Según el último informe GEM Global, se muestra que la tasa de emprendimiento femenino es aproximadamente tres cuartos de la de hombres y que solo en nueve países de los 59 analizados hay paridad o las tasas femeninas son superiores. “El ensanchamiento de la brecha de género atendiendo a la tasa de actividad emprendedora por oportunidad es relevante, ya que las iniciativas por oportunidad suelen presentar mayores índices de supervivencia que las motivadas por necesidad”, explica el informe.
Recursos que pueden ayudar
Con la convicción de que las mujeres emprendedoras son un gran motor de la economía de cada país, las instituciones se han volcado en fomentar su emprendimiento. Empezando por la Cámara de Comercio de España y el Instituto de la Mujer que ponen en marcha el programa de apoyo empresarial a las mujeres (PAEM).
Se trata de una iniciativa que lleva 15 años en marcha y busca apoyar a las mujeres que quieren emprender o bien quieren ampliar o modernizar su negocio. Cuentan con el apoyo financiero del Fondo Social Europeo, del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y de las Cámaras de Comercio. Una buena forma de celebrar el Día de la Mujer Emprendedora.
Laura L. Ruiz, periodista especializada en igualdad