Últimamente sólo hago que leer en artículos sobre tendencias en recursos humanos que la conciliación de la vida personal, familiar y laboral será una de ellas, pero la realidad, hoy por hoy, se empeña en desmentírmelo.
Si lo primero que ha sufrido con la crisis ha sido la oferta de trabajo, como es evidente, lo siguiente, para quienes lo han conservado, han sido los salarios y las posibilidades de conciliación, y no siempre por este orden.
Algo parecido pasa con la igualdad de oportunidades y la diversidad corporativa. En época de vacas flacas, la tendencia general es la de «riesgos cero», y como nombrar a mujeres en puestos de mando o contratar a una persona que pertenezca a una minoría étnica se siguen considerando riesgos, pues por ahora nos estamos quietecitos y o bien no se contrata a nadie que se salga del perfil estándar o directamente se despide, porque a una trabajadora se le ha ocurrido quedarse embarazada o porque ha utilizado la hora de lactancia a la que tiene derecho, como confirman los datos aportados por CCOO en Andalucía.
Además, resulta que en los últimos meses también han aumentado los casos de acoso sexual, parece que porque los acosadores son conscientes de que las trabajadoras soportarán casi todo, en unos tiempos en los que casi nadie puede permitirse renunciar a un puesto de trabajo.
Otras empresas, sin embargo, podrían estar aprovechando esta época para fortalecer su potencial interno, captar talentos y salir reforzadas frente a la competencia cuando lleguen mejores tiempos, que será, supongo, cuando alguna de esas «tendencias» pueda implantarse. Son los motivos para la esperanza: las entidades que mantienen una estrategia firme, quizá ahora con menos recursos, pero con los mismos valores. Espero tener la oportunidad de conocer sus experiencias en el Marketplace que celebrará Forética el 30 de septiembre.
Excepciones aparte, ¿es esto que relato una muestra de que las políticas anti-discriminación no han calado en absoluto en el mundo empresarial? ¿O hay una parte de la promoción de la igualdad en el entorno laboral que ya no tiene vuelta atrás?
Mientras resolvemos el dilema, las mujeres españolas seguimos en el «segundo mundo» del mercado laboral. Del «escalafón» de las mujeres inmigrantes, mejor ni hablamos.
NOTA: La foto que ilustra este post ha sito tomada del diario on-line El Economista
2 Comments
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Según mi punto de vista… la Distorsión de la realidad, lleva a una falta de valores …que aumenta la neurosis social que vivimos.. y como resultado todo aquello de lo que comentas en tu artículo.
Estoy convencida que un Trabajo de Crecimiento personal , para ampliar la conciencia y el apecto crítico, le vendría muy bien al sistema ecónomico, social, y de bienestar de nuestro país..un Saludo
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Gracias por participar, Mª José. ¡Qué sería de este blog sin vuestros comentarios!