En España hay, sin ningún género de dudas, una asignatura pendiente. Se trata de la conciliación de la vida laboral con la personal y familiar. Pero esto no significa que solo tengan que ajustar la jornada de trabajo aquellos que tienen a terceros a su cargo. Así pues, la conciliación también es importante para los que no tienen hijos. Conozcamos mejor esta problemática.
Debemos dar un paso más allá y no quedarnos únicamente en la igualdad de género. Hemos de ahondar en la escasa flexibilidad que existe en los horarios de trabajo para todos. Se trata de un tema que inquieta y perjudica a todos aquellos que trabajan, independientemente de sus circunstancias familiares. Ya seas padre o madre, hijo/a, casado/a, soltero/a, o lleves muchos o pocos años en el mercado laboral… Tengas un puesto de mayor o menor responsabilidad, este tema te interesa y mucho.
Así lo afirman diversos estudios que miden a nivel europeo el bienestar y la motivación de los empleados. Esta es una de las grandes preocupaciones de los trabajadores. De hecho, el tiempo que dedican al trabajo es el segundo factor más preocupante. Sólo está por debajo del miedo a quedarse sin empleo. Un hecho realmente significativo. Vamos a analizar cuáles son los motivos que provocan esta situación.
Factores por los que la conciliación también es importante para los que no tienen hijos
Todos tenemos familia
Es cierto que los hijos ocupan mucho tiempo, pero todos tenemos familiares con los que nos gusta estar en contacto y necesitamos. Por desgracia, en la mayoría de los casos, vemos menos de lo que queremos a padres, abuelos, hermanos, sobrinos, tíos y primos. Esto es debido a la falta de tiempo que ocasiona la rigidez de los horarios laborales. En cambio, con un horario más flexible, podríamos hacerlo todo y fortalecer los lazos íntimos que tan importantes son para las personas.
La conciliación es un derecho de todos
Establecer unos horarios que sean racionales y que sean sensatos es un derecho más amplio, que abarca a todo el mundo independientemente de a quién tenga a su cargo. Esto quiere decir que deben basarse en una distribución del tiempo que beneficie a todo el mundo, y así se beneficiará toda la sociedad.
Puesto que todos tenemos vida personal, necesitamos hacer la compra, cocinar, practicar deporte, estar con amigos, leer, realizar actividades solidarias, o desconectar y aprovechar la vida del modo que más nos guste. No solo vivir para trabajar y terminar cansado y sin tiempo para nada, puesto que esto solo genera frustración y desmotivación. De este modo se fomenta la libertad individual y el respeto por la libertad de los demás.
Tenemos una cultura laboral errónea
En cuestión de horarios, somos un caso extraño a nivel mundial, y en especial en Europa. De hecho, vamos muy retrasados al respecto. A partir de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, las jornadas laborales rígidas y muy largas que venían de la época industrial fueron erradicadas porque se demostró que no solo eran insostenibles, sino también poco productivas. En cambio, en España las seguimos practicando porque arrastramos una cultura laboral muy anticuada.
El cambio generacional que estamos viviendo, trabajar en el extranjero, la información y comparación con otros países… Todo ello nos está haciendo conscientes de que la conciliación también es importante para los que no tienen hijos. Por eso cada vez más empresas cuentan con consultoras especializadas en conciliación como Concilia2. Para no quedarse atrás.