Llegadas a estas fechas del calendario son muchas las madres y los padres que comienzan a preocuparse y a preguntarse otro año más: ¿qué hacemos con los niños? En algunos casos la mejor —o única— alternativa será confiar su cuidado a abuelas y abuelos para que disfruten de las vacaciones en el pueblo; en otros habrá que buscar fórmulas menos tradicionales que ayuden a encajar el tiempo de trabajo con el de ocio de la gente menuda.
Los mayores pueden …
- Escoger las vacaciones laborales en las mismas fechas que las vacaciones escolares.
- Disfrutar de los días de libre disposición en verano —si el convenio colectivo lo permite—.
- Solicitar una reducción de jornada y concretar el horario de trabajo si el menor tiene menos de 12 años.
- Alternar las vacaciones de ambos progenitores, de modo que siempre uno de ellos puede permanecer con los pequeños.
- Contratar a una persona que se encargue del cuidado de los pequeños o les ofrezca apoyo escolar.
Las empresas pueden …
- Flexibilizar la hora de entrada y salida.
- Realizar jornadas intensivas acumulando más horas y trabajando menos días.
- Reducir el horario de comidas para salir antes.
- Implantar la jornada continua durante los meses estivales: «horario de verano».
- Convocar reuniones preferiblemente en horario de mañana y siempre antes de las 18:00 horas.
- Facilitar el uso de la tecnología; por ejemplo, reuniones por videoconferencia.
- Fomentar, cuando sea posible, el teletrabajo.
- Ampliar los permisos reconocidos por la ley, con o sin pérdida de retribución.
- Establecer convenios con empresas y entidades que ofrezcan servicios de ocio y cuidado de menores en lugares cercanos a los centros de trabajo y a mejores precios.
Los más pequeños pueden …
- Acudir a las actividades organizadas desde las áreas de educación, familia, deportes y cultura de ayuntamientos, mancomunidades, diputaciones provinciales y comunidades autónomas: campamentos urbanos, talleres de verano, actividades deportivas, etc.
- Asistir a los servicios ofertados por los centros escolares a los que se asiste habitualmente (Centros Abiertos).
- Viajar al extranjero para practicar un idioma.
- Disfrutar de las actividades organizadas en ludotecas, guarderías y escuelas infantiles.
Debemos recordar que el derecho a una vida equilibrada en el terreno profesional, personal y familiar corresponde a hombres y a mujeres; también en verano toca ejercer la corresponsabilidad.
¿A quién se le ocurre otra idea? Cuéntanosla.
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