La Constitución Española (CE) está en estas semanas de doble aniversario. El del 6 de diciembre, cuando se celebró el referéndum en el que fue aprobada por mayoría; y el del 29, en el que entró en vigor. En un 2017 en el que el debate ha estado prácticamente monopolizado por la aplicación del artículo 155 en Cataluña, ¿qué hay del derecho a la igualdad y a la no discriminación que proclama?¿Cómo aborda esta norma estos derechos y en qué estado de aplicación se encuentran 39 años después?
Constitución e igualdad de género
Muy celebrada por quebrar con la desigualdad de género que se había asentado durante la dictadura franquista, la Constitución garantiza la igualdad en varios artículos. El principal es el artículo 14, que prohíbe específicamente la discriminación. Lo hace al sostener que “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna”.
Sin embargo, el texto fue discutido en su momento por movimientos feministas. Las razones, entre otras, que la carta magna no menciona la palabra género e incluye solo en dos ocasiones el término mujer. De hecho, una de las veces en las que se usa es, precisamente, para amparar una discriminación. Sucede con el controvertido artículo 57. En él, para la sucesión de la Corona, se sitúa como “preferida” la elección del varón.
No ocurre lo mismo en el artículo en el que la carta magna proclama que los españoles tienen derecho al trabajo, a la promoción y a una retribución suficiente. Todo ello sin que, ahora sí, “pueda hacerse discriminación por razón de sexo”. Por tanto, en este repaso se aprecian ya luces y sombras. Esto, en un texto que es la norma suprema del ordenamiento jurídico español. Como tal, ¿se cumple lo que dicta?
Aplicación de la igualdad proclamada por la CE
Distintas normas promulgadas tras la entrada en vigor de la Constitución Española han desarrollado el derecho a la igualdad. La Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral Contra la Violencia de Género es una de ellas.
De otro lado está la Ley Orgánica 3/2007 para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres. Ambas son ejemplo de cómo se ha tratado de avanzar hacia esa no discriminación por razón de género.
¿Se ha conseguido? Pese los notables avances que se han producido, la respuesta no puede ser más que negativa. Haremos un repaso por algunos de los aspectos que evidencian una brecha de género que se perpetúa.
Repaso a la desigualdad de género
Aunque hay más, estos son algunos de los principales exponentes de la situación actual:
- Violencia de género: Expresión más extrema de la desigualdad entre hombres y mujeres que ni cesa ni retrocede. Si persiste la tendencia, 2017 se cerrará con más víctimas de asesinato u homicidio a manos de sus parejas o exparejas. Los datos oficiales de los 9 primeros meses de 2017 dejaban ya un aumento del 20% respecto al mismo periodo del año anterior.
- Desigualdad laboral: Pese al reconocimiento a la igualdad en el empleo formulado en la Constitución, la discriminación continúa. Así lo demuestra, por ejemplo, la brecha salarial. Esta es tan honda que las mujeres españolas llevan ‘trabajando gratis’ desde el 8 de noviembre. Esta no es la única desigualdad en el mundo del trabajo, pero sí de las más repetidas. Otra: el acoso laboral de género. Entre 2008 y 2015 lo sufrieron casi 2.500 mujeres.
- Techo de cristal: Desde la composición del Gobierno, con catorce integrantes de los que cinco son mujeres, hasta el porcentaje de mujeres en puestos directivos que, en España, se sitúa en el 37%, muestran que la igualdad, en cuanto a las posibilidades de promoción profesional, tampoco se ha logrado. Otro ejemplo llega con la presencia de mujeres en consejos de administración: poco más del 15%.
- Roles: Esa imagen, con tanto tufo a otra época, de ‘las mujeres, para la casa’, parece no haberse borrado. Tanto es así que más de 4 de cada 10 europeos creen que el rol más importante de una mujer no es otro que cuidar a la familia y a la vivienda. Y así lo hacen, mayoritariamente. Todavía hoy, el 84% se ocupa de las tareas domésticas, frente al 42% de los hombres.
- Pensionistas pobres: Con todo lo anterior, la brecha se extiende entre las pensionistas. A cierre de 2016, la diferencia entre las pensiones para hombres y para mujeres era del 31%. Así, la de las mujeres se situó de media en 918 euros mensuales, por 1.332 para los varones.
Conclusiones
El uso que se sigue realizando de la imagen de las mujeres o la todavía difícil conciliación de la vida laboral y familiar son otros aspectos que completan esta panorámica. Además, datos recientes sobre la población joven que muestran, por ejemplo, que más del 20% de los españoles de entre 15 y 29 años cree que la violencia de género es un tema “exagerado” y “politizado” permiten seguir tomando el pulso al estado real de la igualdad de género.
Con ello, después de que la ciudadanía diera luz verde a una Constitución que, en su artículo primero, incluye la igualdad entre los valores del país, casi cuatro décadas después queda mucho por recorrer en este terreno.