Servicios a medio y largo plazo
Cuando alguien afirma «busco empleada de hogar» en general es porque necesita resolver situaciones a medio o largo plazo: enfermedades sobrevenidas graves o muy graves, empeoramiento de enfermos crónicos, personas con gran dependencia que necesitan cuidados las 24 horas al día, apoyo escolar durante el curso, etc.
Situaciones concretas y puntuales
Pero existen otras ocasiones —para resolver situaciones urgentes, puntuales o realizar trabajos concretos— en los que la contratación de servicio doméstico es una buena alternativa. A continuación enumeramos algunos ejemplos:
- Traslado de domicilio. Para limpiar la vivienda que abandonamos o la que nos recibe, para tener lista la de las vacaciones, la segunda vivienda, si vamos a alquilar una vivienda o apartamento, etc.
- Hospitalización de un familiar durante varios días. La persona contratada puede realizar las tareas del hogar (cuidado de menores, limpieza, comidas, etc.) o encargarse del cuidado de la persona hospitalizada.
- Enfermedad o accidente. Personas que necesitan reposo domiciliario, que se encuentran impedidas para realizar alguna de las actividades de la vida cotidiana —por ejemplo, la compra—, con movilidad reducida, que necesitan acompañamiento a rehabilitación o reconocimientos médicos, embarazos de riesgo, etc.
- Aniversarios y festividades. Muchas personas ya han recurrido a este servicio durante las últimas navidades para preparar las cenas de Nochebuena pero también es una buena opción para celebrar cumpleaños, aniversarios o simplemente una reunión de amigos.
- Falta de tiempo por sobrecarga de trabajo puntual. Porque tenemos un viaje de trabajo, una entrevista importante que nos proporcionará un ascenso, exámenes próximos para superar unas oposiciones, porque nos han encargado un nuevo proyecto al que no podemos decir que no o por exceso de trabajo en determinadas épocas del año que nos obliga a delegar las tareas del hogar.
- Aumento de la familia. Porque parto haya sido complicado y la recuperación de la madre se prolongue en el tiempo.
- Limpiezas generales. Una limpieza general en casa es necesaria periódicamente: azulejos, interior de los armarios, cortinas, alfombras, edredones, nevera, etc. Si no tenemos tiempo alguien nos puede ayudar.
- Mientras esperamos que la empresa nos resuelva la solicitud del derecho de conciliación (excedencia, reducción de jornada, hospitalización de familiar, etc.) y tenemos que seguir acudiendo a trabajar.
- Otras situaciones: cuidado del jardín, limpieza de la piscina, conducción del vehículo, pasear a nuestras mascotas, regar las plantas, etc.
El servicio doméstico como inversión
El coste de la contratación de estos servicios no es excesivamente alto. No se trata de un gasto sino de una inversión en calidad de vida e incluso una alternativa o un apoyo complementario al ejercicio de los derechos de conciliación de la vida personal, laboral y familiar. En muchos casos compensará económicamente contratar personal externo en lugar de perder salario por ausentarnos del trabajo. ¡Echa cuentas!
En otras ocasiones se necesitará una persona experta con conocimientos concretos de los que nosotros carecemos: quitar las manchas del mármol del baño, movilizar a una persona encamada o poner una inyección.
Hemos hablado de empleadas de hogar porque más del 90% de las personas que trabajan en el sector son mujeres pero, efectivamente, los hombres también quieren y pueden trabajar como empleados de hogar. Conclusión, no lo dudes, cuándo lo necesites contrata servicio doméstico. Hay muchas personas con la experiencia y formación adecuada que tú necesitas.