Un equipo de investigadores ha analizando más de 2.000 medios de comunicación en EEUU y ha concluido que por cada 6 nombres que aparecen solo 1 es mujer. El mismo estudio se puede realizar en casi cualquier país con los mismos resultados. Pero no sólo es necesario analizar el número de mujeres y de hombres que salen en los medios de publicación, las diferencias van más allá. Es necesario observar quiénes aparecen, dónde —en qué medios y secciones—, por qué causa son noticia, cómo se las define o qué se cuenta sobre las mujeres.
Los siguientes ejemplos pueden darnos algunas pistas: de Ángela Merkel se ha dicho en titulares de prensa: «Angela Merkel repite vestido para ir de festival de Bayreuth«, «Angela Merkel recicla moda y se pone una chaqueta de hace 20 años«, «Angela Merkel se emancipa de la moda«, «El estilo de Angela Merkel, una cuestión de Estado«, «El escote de la Merkel«, etc. Noticias similares se han publicado de otras mujeres que ocupan cargos de responsabilidad en el sector público y privado. Si suena ridícula la expresión «François Hollande repite pantalón para ir de festival de Bayreuth», por qué no ocurre lo mismo con las mujeres. ¿No deberían los medios de comunicación ofrecer una imagen más justa y real de las mujeres?
Leyendo los titulares de la edición digital de uno de los periódicos (14 de septiembre de 2015) más leídos bien se puede concluir que las mujeres dimiten, ingieren pastillas, usan el doble de emoticonos que los hombres, hablan de la intimidad de sus parejas, son donantes de órganos, son madres adolescentes, tienen caderas o les hacen novatadas. Sólo dos noticias con referencias al quehacer profesional de las mujeres: «Telefónica ficha como consejera a Barcina» y «Hillary Clinton sale reforzada del primer debate demócrata». Si cambiamos el sexo de las personas que aparece en los titulares obtenemos como resultado: «Una oportunidad laboral para los padres adolescentes», «La valiente carta de Brat Pitt por la igualdad salarial», «No toques ni uno solo de mis 100 centímetros de barriga», «Azafatos metidos en un compartimento» o «Cristina Ruíz, cuatro Botas de Oro«. Suena raro ¿no?. Si existiera igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres los cambios no se notarían, daría igual quien fuera el titular de la noticia; una mujer o un hombre.
Los medios de comunicación no dejan de reflejar la realidad social, pero también pueden promover cambios en la misma. Existen algunas iniciativas positivas pero todavía hay que realizar más esfuerzos; y no sólo con las cuestiones de género, también con las personas con discapacidad, menores, las personas con enfermedades mentales o discapacidades, las minorías étnicas o la violencia de género.