A 1 de enero de 2014 había 8.442.427 personas de 65 años o más; el 18,1% sobre el total de la población. Si tu eres una de esas personas te interesará saber lo siguiente…
¡Continúa leyendo! 😉
No es ocio todo lo que reluce
Hay que diferenciar entre dos tipos de ocio: el ocio pasivo y el ocio activo.
El ocio activo es aquel en el que somos simples espectadores; el ocio activo es aquel que nos implica física y mentalmente. La práctica del ocio activo y creativo contribuye al aumento de la satisfacción vital; es decir, de el bienestar físico, el psicológico y el social.
Según los datos del CIRES las personas mayores de 65 años tienen unas prácticas de ocio muy hogareñas y fundamentalmente pasivas: ver la televisión, escuchar la radio y leer periódicos o revistas.
Entre las menos practicadas figuran: teatro, cine, ópera, conciertos, visitar galerías de arte y practicar con algún instrumento musical. Parece ser que llevan una vida cultural pobre y casi no quieren saber nada de conferencias, festivales, parques zoológicos, de atracciones o acuáticos. Tampoco les interesan las ferias comerciales o de libros.
¿Piensas qué estos datos son ciertos? Y a ti ¿qué actividades te gustan más?
Beneficios del ocio en las personas mayores
Cualquier tipo de actividad que practiquemos conlleva beneficios muy diversos y valiosos:
- Son fuente de desarrollo personal y calidad de vida.
- Fomentan las relaciones sociales y la participación en la vida de la comunidad.
- Incrementan la autoestima, la seguridad en uno mismo, otorgan sensación de utilidad y facilitan la realización personal.
- Ayudan a prevenir situaciones de deterioro físico y/o cognitivo.
- Mejoran la convivencia.
- Se crean y fortalecen las amistades.
- Se perpetúan las ilusiones, etc.
Si se trata además de un ocio creativo o de aprendizaje permite:
- Gozar del patrimonio cultural.
- Aprender a apreciar el arte.
- Comprender mejor los temas de actualidad y por tanto, ser más participativo en las conversaciones.
- Descubrir otras culturas y mejorar las relaciones humanas a través de la tolerancia, la empatía y la comprensión.
En definitiva, las personas jóvenes de más de 65 años con intensa participación en ocio tienen: menor riesgo de enfermedad, mayor apertura y capacidad de servicio hacia los demás, menor probabilidad de conflictividad, más apoyo social y más recursos para afrontar y resolver las dificultades. Desde un punto de vista económico, reduce el gasto público en enfermedades, medicinas y atenciones.
Parece que no hay excusas para no divertirse, ¿no te parece?
Pregunta en el CEAS de tu barrio; consulta en tu ayuntamiento o en el organismo responsable de tu CCAA; haz un listado con los museos de tu ciudad y las galerías de arte; infórmate de las ferias típicas locales y de las actividades de las asociaciones de vecinos; participa en las actividades que organizan ONGs y fundaciones, etc.
Mientras decides en qué actividades vas a participar puedes resolver el último pasatiempo 🙄
¿Tienes un amigo/a que los haya resuelto en menos tiempo que tú? ¡Compártelos!, publicaremos las soluciones a los pasatiempos el próximo lunes 😉