
Resulta que hoy es el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el trabajo, que coincide con el lanzamiento de la campaña europea «trabajos saludables». Así que aprovecho esta percha (un término muy periodístico) para hablar de lo que aprendí la semana pasada, cuando asistí a la jornada «Los derechos fundamentales en la relación de trabajo: mujer empleo e igualdad», organizada por la Defensoría del Pueblo de Castilla-la Mancha y la Universidad regional.
Riesgos laborales que afectan a las mujeres
Me resultó muy interesante la intervención de Teresa Pérez del Río, catedrática de Derecho del Trabajo en la Universidad de Cádiz, relacionando la igualdad de oportunidades con la prevención de riesgos laborales. Del Río aseguró que «la edad y el sexo determinan la posición de los individuos ante la salud laboral» e identificó riesgos laborales que afectan exclusiva o mayoritariamente a las mujeres:
– Maternidad y lactancia: aquí citó un estudio de Carmen Mancheño para CCOO en el que se demuestra que el 80% de las empresas madrileñas analizadas presentaba riesgos para la reproducción, el embarazo o la lactancia natural, a pesar de que todas tenían sus planes de prevención activos. Esto es preocupante además por la prevalencia de los llamados «abortos blancos», provocados por la exposición de la trabajadora embarazada a agentes nocivos o a condiciones de trabajo dañinas.
– Doble jornada laboral (es decir, realizar un trabajo profesional y además el doméstico casi en exclusiva) y los riesgos psicosociales que se derivan de ella (estrés, agotamiento…)
– Segmentación del mercado de trabajo: resulta que la cultura preventiva ha tomado como referencia para establecer los riesgos y las enfermedades laborales trabajos en los que se producen accidentes súbitos, lo que ocurre en sectores muy masculinizados, como la construcción, pero no evalúa el desgaste físico continuo que se produce sobre todo en el sector de los cuidados, muy feminizado. Así que, si un albañil sufre una lesión en la zona lumbar por levantar peso, puede ser considerado un accidente laboral, pero no tendrá la misma consideración una lesión similar si la sufre una cajera de supermercado o una empleada que hace camas en un hotel, provocada por la repetición continua de un mismo movimiento. Y aquí es donde contó la anécdota (o no) de que cuando los hombres entran a formar parte de profesiones tradicionalmente masculinas, tienden a cambiar las denominaciones de los puestos de trabajo por otras con más glamour: ellas eran cocineras, pero ellos son chefs; ellas siempre fueron peluqueras, pero ellos son estilistas y las masajistas se han convertido en los terapeutas.
– Acoso sexual y acoso por razón de sexo (o acoso sexista): para prevenirlo propuso la implantación de protocolos de prevención específicos en cada centro de trabajo. Pérez del Río entiende que si se produce un caso de acoso en el trabajo y el empleador no ha tomado medidas para evitarlo, se le puede exigir responsabilidad solidaria (art. 48 de la Ley de Igualdad). Lo lamentable es que, a pesar de su prevalencia, los convenios colectivos apenas hacen referencia al acoso sexista.
Y concluyó con una reflexión que comparto: la pertinencia de la Ley de Igualdad de 2007, tan criticada en su momento (y todavía), que ha legislado por fin sobre el derecho a la salud de las mujeres también en el trabajo, incluyendo por primera vez la protección de la lactancia y obligando a las empresas a prevenir las situaciones de acoso. Ya era hora.
Más que un post me ha salido una crónica 😉 , pero la doy por buena si he conseguido trasmitir que la prevención de los riesgos laborales puede y debe tener también perspectiva de género. ¿Cuál es tu punto de vista?
2 Comentarios
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Puedes llamarlo post o crónica, pero en cualquier caso me parece que refleja muy bien la situación de las mujeres en el mercado laboral
Estoy de aucerdo contigo en valorar a Teresa Pérez del Rio, refleja siempre de forma clara la situación legal.
No sabía que hoy era el Día Mundial de la seguridad y Salud en el Trabajo, no soy de «días de», pero si ello sirve para poner de manifiesto la relación entre género, salud y seguridad en el trabajo bien venido sea.
Saludos
Ángeles
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Gracias por tu comentario, Ángeles y perdona que haya tardado un poco en aparecer en el blog; no sé por qué el sistema lo archivó como spam 🙁 Nada más lejos de la realidad. Y respecto a los «días de» sirven para que se hable de asuntos que nos interesan y que con la excusa de esos días pueden tener más visibilidad de la habitual.