Los últimos avances en la medicina miran más las causas del envejecimiento reproductivo de las mujeres. Esto permitirá mitigarlo, tener la capacidad de tomar decisiones y no solo ceder a la presión social o de algunas industrias.
Desde la vacuna covid hasta la endometriosis
La ciencia avanza y con ella descubrir el funcionamiento del cuerpo. Pese a que son constantes las críticas de que la medicina toma como universal el cuerpo del hombre, cada vez hay más personas científicas que quieren poner el foco en los cuerpos femeninos. Después de las denuncias sobre los efectos secundarios de las vacunas contra el Covid, que no fueron suficientemente calculadas en el ciclo menstrual de las mujeres, son muchas otras activistas que piden investigar más.
Esto pasa con el envejecimiento reproductivo femenino, que la mayoría de los avances han ido más ligados al lucro económico de clínicas y farmacéuticas, que a la salud. Mientras es muy reciente que las mujeres con endometriosis logren un diagnóstico efectivo, son innumerables los servicios y productos para aumentar la fertilidad. Desde detectores de la hormona, hasta calculadores del ciclo, pasando por los costosos sistemas de congelación de óvulos o técnicas de reproducción in vitro.
ADN y menopausia
Los nuevos avances y conocimientos sobre el envejecimiento del sistema reproductivo de la mujer permite a esta tomar conciencia y decisiones sobre su propio cuerpo. En un estudio reciente se encontraron hasta 290 variantes del ADN que influyen en la llegada de la menopausia y en otros factores que reducen la fertilidad.
Científicos de 180 instituciones han llevado a cabo este estudio del mapa genético que completa las 56 variables que ya se conocían. El estudio, publicado en la revista científica Nature, permite predecir mejor qué mujeres podrían llegar antes a la menopausia. Un asunto que, por fin, pone en el foco del estudio a mujeres de entre 40 y 60 años.
Envejecimiento reproductivo, pero también enfermedades
Como se desprende del mismo, el estudio no solo tendrá validez para mejorar la vida reproductiva si no que también ayudará a detectar precozmente enfermedades, como la diabetes del tipo 2 o los problemas óseos. El punto de partida ha sido la diferencia entre el aumento de la esperanza de vida y la estabilización de la vida fértil. Mientras el primero ha aumentado de forma considerable en los últimos 150 años, el segundo apenas ha aumentado.
Para avanzar en este campo, los científicos analizaron datos, de distintas bases genéticas, de más de medio millón de mujeres en las que ya se había producido la menopausia. De nuevo, también se valoró el sesgo no solo de género de la medicina si no también de etnia. Por eso, aunque la mayoría de las mujeres eran de ascendencia europea, también se incluyó a casi 80.000 de ascendencia asiática oriental, con resultados parecidos.
El hombre como el referente universal en medicina
Como explica Carme Valls, médica y autora del libro ‘Mujeres invisibles para la medicina‘, este sector se ha centrado en los efectos en la salud del hombre. No solo ha dejado fuera de los ensayos médicos a las mujeres muchas veces, si no que ha ignorado los males que afectan solo a estas. «Hay una peor atención a la salud de niñas y mujeres. Tenemos una exclusión en la mirada, en la capacidad de comprender las complejidades «, señala Serena Brigidi, doctora en Antropología de la Medicina. «En los estudios de medicina se deben introducir las diversidades y cómo nos afectan», añade.
Y es que los cuerpos de los hombres y las mujeres, por un lado, reaccionan diferente ante la enfermedad por motivos biológicos, mientras que, por otro, la estructura social también incide. Hombres y mujeres trabajan, se relacionan y adoptan roles diferentes en la vida, y esto tiene un impacto en su salud. La desigualdad de género afecta en todas las facetas de la vida.
Laura L. Ruiz, periodista experta en igualdad