Un mayor nivel educativo es la baza para ganar resiliencia y tener mayor capacidad de adaptabilidad a las crisis económicas, sobre todo para mejorar la empleabilidad. Una idea que sobre todo impacta en la realidad de las mujeres.
En momentos de crisis económica y recesión a nivel global, vuelve a ser la formación una oportunidad para el empleo de las mujeres. El desempleo golpea fuerte y hay que apostar por mecanismos que hagan que los más vulnerables salgan reforzados. Sobre todo, las mujeres. Las cifras hablan que la formación en los sectores que más crecen son el camino a seguir por las mujeres, que sufren más desempleo y tienen menos oportunidades.
La Covid ha afectado más a las mujeres
Mientras que la proporción entre hombres y mujeres en las universidades, en la formación profesional o en otros estudios no ha variado demasiado en los últimos años, en el empleo sí. La tasa del paro femenino ha crecido por encima de la tasa de los hombres, según datos del INE. Un hecho que no ocurrió en la crisis económica anterior, donde la diferencia se redujo, pero esta brecha de desempleo aumentó con la recuperación posterior. Un efecto que ha aumentado con la crisis de la Covid.
Antes de que llegara la crisis por Covid, el empleo masculino estaba empezando a aumentar tímidamente comparado con el femenino. Después de la pandemia, la creación de nuevos puestos de trabajo se estancó para ambos. La peor parte se la llevaron las mujeres que se encontraban ocupadas. Comparado con el cuarto trimestre de 2019, el número de mujeres ocupadas ha retrocedido ligeramente más que el de los hombres hasta el segundo trimestre de 2020.
Según muestra el portal del instituto de la Mujer, al ver las cifras de la recuperación del tercer trimestre de 2020 se ve que las diferencias entre género se amplían. Las mujeres se quedan atrás. Solo en el sector sanitario y de servicios sociales, las mujeres han logrado escalar puntos en la empleabilidad. Por eso la conclusión es que la formación es la gran oportunidad para el empleo de las mujeres.
Más formación, más oportunidades
La desigualdad afecta a las mujeres tanto en el plano de empleabilidad como en el formativo. Según un estudio difundido por el sindicato CCOO, la participación de las mujeres españolas en formación a lo largo de la vida se ha deteriorado en la última década, siendo en la actualidad un 10% inferior que la europea. Esto se traduce en que la crisis ha penalizado a las mujeres jóvenes.
Pese a que las mujeres siguen teniendo más presencial en la formación, hay un claro descenso de su presencia. Esto unido a la desigual proporción que existe en carreras tecnológicas o científicas, deja un panorama muy descompensado en el futuro próximo.
La educación superior destaca
La desigualdad educativa tiene impacto en el empleo. Tanto a nivel global como a nivel estatal. Según un informe de la Unesco, en el mundo, solo el 35% de los estudiantes matriculados en las carreras vinculadas a las STEM -matemáticas, ciencias, ingeniería y tecnología-son mujeres. En España, este porcentaje se queda por debajo del 25%. Un porcentaje que se reduce aún más para las que avanzan por la senda tecnológica, acaban los estudios y encuentran su lugar en el mercado laboral.
Un sector que hoy representa una barrera para las mujeres, pero que mañana puede ser la gran oportunidad. Según otro estudio, el elaborado por BBVA, un mayor nivel de educación presenta un mayor peso del contrato indefinido en los asalariados de los sectores intensivos digitalmente. Las trabajadoras asalariadas con educación superior también tienen mayor probabilidad de tener un contrato indefinido en estos sectores.
El sector digital, el que más ha crecido
En esta pandemia y con las consecuencias económicas que se están viendo a nivel global, resulta vital ver en qué sectores habrá más posibilidades de empleo. En cuanto a crecimiento, el sector digital es claramente el vencedor. Mientras que el comercio, el turismo o la hostelería han sido los más dañados, otros como los seguros, el sector financiero o de telecomunicaciones han aguantado bien.
No solo se consigue más empleo, si no que este es de mejor calidad. El peso de los contratos indefinidos de las empleadas con educación universitaria es mucho mayor en la media de sectores como las finanzas (con en CI del 95,6%) y en la media de todas las ramas de la economía digital.
Más diversidad, mejor para el sector
Además de una oportunidad de empleabilidad para las mujeres, la diversidad también lo es para el propio sector. Los expertos señalan que la diversidad en el mercado laboral hace que aumente la resiliencia a las crisis además de abrir la puerta a nuevas oportunidades. La OCDE ha elaborado una serie de indicadores sobre estas necesidades que se dividen en cuatro grandes bloques: conocimientos, habilidades, capacidades y formas de trabajo.
Aumentar la presencia de las mujeres en sectores tradicionalmente masculinizados hará que las empresas puedan responder mejor a las necesidades de clientes, del mercado y hará todo proyecto más sostenible.
Laura L. Ruiz, periodista experta en igualdad