Año tras año la lucha por la igualdad en la infancia pasa por el bombardeo de publicidad y propuesta de juguetes de cara a los Reyes Magos. Analizamos el impacto de la simbólica huelga de juguetes del ministro Garzón y las claves para elegir bien estas Navidades.
‘Jugar no tienen género’
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, arrancó el pasado mes de diciembre con una campaña dirigida a los niños y niñas con el objetivo de sensibilizarlos sobre la publicidad sexista en los juguetes. Con un divertido y certero spot, un grupo de juguetes convocan una huelga simbólica bajo la consigna de que “jugar no tiene género”, y en la cual animan a las familias a movilizarse presencial o virtualmente para que los juguetes puedan “jugar con el 100% de los niños y las niñas, no solo con el 50%”.
Con esta campaña, el Ministerio de Consumo quiere concienciar sobre el riesgo de reproducir roles y estereotipos sexistas en la publicidad, sobre todo en épocas navideñas en las que abundan los anuncios de juegos y juguetes. Y datos no faltan que respalden esta idea. Según un estudio sobre estereotipos y roles de género en la publicidad de juguetes elaborado el año pasado por el Instituto de las Mujeres en 2020, casi el 40% de estos anuncios muestran a las niñas arquetipos relacionados con la belleza y los cuidados, mientras que el 50% de los dirigidos a niños se relacionan con profesiones como piloto, policía o militar.
La publicidad impone roles y estereotipos
“La propia existencia de los mensajes publicitarios sexistas que condicionan el aprendizaje de las niñas y los niños”, explica el Instituto de la Mujer. “Imponen -prosigue- los estereotipos y los roles marcando las preferencias de las jóvenes, que invisibilizan y segregan a las mujeres en muchos aspectos de la realidad”.
Esto repercute en la autopercepción de los menores, por lo que Consumo recomienda escoger juguetes y juegos libres de clichés de género, catalogando como “juguetes sexistas” todos aquellos que tienen una versión diferenciada para cada sexo y no se presenta como apto para ambos géneros.
Los juguetes, la entrada de las vocaciones profesionales
Estos estudios explican las encuestas de Naciones Unidas o Adecco, en las que afirman que los niños prefieren ser policías, futbolistas o profesores. Mientras que las niñas se decantan por ser maestras o médicas. Estas encuestas se hacen cada año y poco cambian. No es casualidad. Los juguetes que regalamos y la forma en la que nos los venden, influyen en la infancia.
Por otro lado, los juguetes con más funciones electrónicas y mecánicas se promocionan en una proporción mucho más elevada con niños, fomentando uno de los sesgos de género más persistentes como es la exclusión de las niñas del ámbito científico-tecnológico: en los anuncios protagonizados por niñas, el 58% de los juguetes no tienen funciones electrónicas ni mecánicas y están asociados con la electrónica solo en el 3,4% de los casos; en los protagonizados por niños esta asociación asciende al 13,2%.
En los catálogos y portales web analizados, se observan tímidos avances en la representación de roles sin sesgo de género. Por ejemplo, se muestran imágenes de niños realizando tareas de cuidados o la desaparición de las categorías de juguetes para niños y para niñas. En los portales web se observa también la incorporación de la perspectiva de género en el diseño y la comunicación.
Tú eliges qué regalar: igualdad o sexismo
El problema de todo ello es que los juguetes no son inocentes. Graban sutilmente los roles y los estereotipos en las cabezas de la infancia, haciéndoles pensar, equivocadamente, que el papel de las mujeres es limpiar y cuidar de los bebés. Y el de los hombres construir, inventar o crear, ajenos a las tareas domésticas.
Las cuatro reglas que te recomendamos, pasa por que los colores no determinen tu elección (no tienen por qué ser el rosa para niñas y el azul para niños); optar por juguetes colectivos como juegos de mesa, que permiten desarrollarse a todos en los mismos espacios; potenciar las habilidades de cada niño o niña con los juguetes independientemente de su género; y la más importante, ninguna actividad es ‘de chicas’ o de ‘chicos’. Si aún así tienes dudas de qué regalar, siempre puedes hacerte con un libro feminista. Los libros, como los juguetes, se pueden regalar a cualquiera, sea cual sea su género o sexo. Importante porque para llegar a la igualdad tenemos que contar con todas y todos.
Laura L. Ruiz, periodista experta en igualdad