El título nos conduce inevitablemente a tres conceptos: corresponsabilidad, conciliación de la vida personal, familiar y laboral y verano. De ésta última palabras abunda conocimiento, así que centraremos la atención en las dos primeras.
¿Qué es la conciliación?
Conciliación se refiere a la compatibilidad de los tiempos dedicados a la familia y al trabajo, al desarrollo pleno de las personas en el trabajo (acceso y permanencia en el mercado laboral y promoción profesional), en la familia (afectos y cuidados) y en lo personal (ocio, estudio e investigación, participación política y social). Cuando existe conciliación existe reparto de tiempo y equilibrio entre todas las facetas de la vida. Esta es la teoría, en la práctica los datos informan de otra realidad: las mujeres son quienes solicitan el 94% de las excedencias por cuidado de hijos/as y el 98% de los permisos de maternidad.
¿Qué es la corresponsabilidad?
La corresponsabilidad hace referencia al reparto equilibrado en las tareas de cuidado del hogar, menores, dependientes, personas con discapacidad y mayores. No se trata sólo de «tú limpias«, «yo cocino«, una corresponsabilidad real debe de abordar también el reparto de otras actividades como la organización de celebraciones, fiestas y actividades del tiempo libre o una mayor implicación en el cuidado de los menores (charlas con el profesorado, asociación de madres y padres, compra de material didáctico o asistencia a las representaciones de final de curso).
Como consecuencia de la ausencia de corresponsabilidad las mujeres dedican 2 horas más al día al trabajo doméstico que los hombres y cerca de medio millón de mujeres emplean en la atención de familiares dependientes 40 horas semanales durante 4-8 años.
En el hecho de que la conciliación de la vida familiar, laboral y personal discurra paralela al ejercicio de la corresponsabilidad influyen varios factores, de los que desde aquí ya se ha hablado en abundancia, racionalización de horarios, por ejemplo. Respecto a la corresponsabilidad es importante desterrar estereotipos de género; no es cierto que «las mujeres tengan habilidades especiales e innatas para el cuidado» o que «a las mujeres les guste ocuparse de estos asuntos y no deseen delegar».
Las mujeres quieren vacaciones, también del trabajo reproductivo y no retribuido.
El título alude a la necesidad de usar y poner en práctica estos dos conceptos en los meses de verano y en los tiempos de vacaciones. Las vacaciones familiares son para todas las personas que integran la unidad familiar, también para las mujeres. A veces es necesario, también en la familia como en las empresas, aplicar un plan de igualdad que pasa por el análisis reflexivo de lo qué ocurre (reparto de tareas, comportamientos, valores); considerar sus consecuencias sobre cada una de las personas que integran la familia (salud, capacidad económica, protección social); e introducir medidas (reparto de tareas, contratación de servicio doméstico, evitar tareas sin valor) para fomentar la igualdad de oportunidades en el grupo familiar.