El término de violencia de género —o violencia machista, o violencia contra las mujeres— es reciente. Insisto, lo reciente es el concepto no la violencia que siempre ha existido pero sin que se nombrará. Lo novedoso ha sido bautizar los hechos, porque éstos han estado siempre ahí, pruebas no faltan; por ejemplo, en los diferentes textos religiosos (Raíces profundas. La violencia contra las mujeres. Antigüedad y Edad Media).
Representaciones de violencia en la Edad Media
Historia de la violencia de género
Como señala el texto La violencia doméstica contra las mujeres (1998) en la Edad Media, «el problema no se centraba en si la violencia era o no aceptable, sino que lo importante era conocer el grado de violencia que se permitía sobre la mujer». La primera referencia en el derecho español a la violencia de género se encuentra en el Código de las Partidas, compiladas por Alfonso X el Sabio de Castilla a mitad del siglo XIII y se referían más a cuestiones médico-legales que jurídicas. Fue en el siglo XVII cuando los tribunales comenzaron a considerar indeseable la extrema brutalidad y la violencia contra la mujer, aunque se admitía que el esposo tenía el derecho a corregir a su cónyuge.
Era ya el año 1890 cuando el Tribunal Supremo consideró que el hombre podía haber sufrido «un arrebato» en una violación porque «la víctima realizaba actos que provocaran el movimiento pasional del violador», lo que suponía la posibilidad legal de responsabilizar del hecho a la propia víctima. En términos generales, puede decirse que desde hace solamente 26 años (1989) el ordenamiento jurídico sanciona de forma expresa la violencia de género.
¿Hemos hecho avances?
Podríamos afirmar que en las últimas décadas ha habido grandes avances e incluso que las acciones que se han llevado a cabo desde los poderes públicos deberían recibir el calificativo de adecuadas. Pero existen todavía muchas incongruencias que mientras no se corrijan posibilitan que el problema persista y miles de mujeres continúen siendo azotadas, apuñaladas, vejadas, insultadas, amenazadas, acuchilladas, quemadas, estranguladas, etc. Por ejemplo:
- ¿Por qué el mismo alumno que asiste a una charla sobre igualdad en su IES puede leer decenas de anuncios explícitos en la prensa local que ofertan prostitución?
- ¿Por qué se habla de coeducación en el claustro de profesores mientras en las aulas se estudia inglés con libros de contenido sexista?
- ¿Porqué desde las administraciones públicas se promueven pactos con los medios de comunicación para evitar contenidos e imágenes discriminatorias y vejatorias para las mujeres mientras en otros canales de televisión se emiten programas que fomentan los roles de género y los mitos del amor romántico que cosifican y vejan a las mujeres?
- ¿Alguien sabe «cuánto» tiempo una mujer víctima de violencia de género ostenta la condición jurídico-social de «víctima» que fundamenta la puesta en marcha de los mecanismos de protección?
- ¿Por qué los políticos utilizan la violencia de género como estrategia para ganar votos en lugar de firmar un Pacto Político y Social entre todos los partidos que vaya más allá de los colores partidistas y que se prolongue en el tiempo?¿Acaso la violencia de género entiende de colores?¿No deberían de quedar los derechos fundamentales garantizados más allá de uno u otro programa electoral?
- ¿Por qué no existe un registro de las mujeres discapacitadas como consecuencia de la violencia?¿alguien conoce cuántas mujeres han tenido que abandonar su trabajo por falta de movilidad en un brazo o pérdida de visión en un ojo?
- ¿Cómo puede una mujer saber si su actual pareja ha sido condenado por maltrato?¿preguntándole a él? …
Por todas estas razones yo voy a Madrid el 7 de noviembre ¿y tú?