
Dicen las últimas noticias que las mujeres están soportando mejor la destrucción de empleo que los hombres. Parece que en el aumento de las paradas no cuenta tanto el número de mujeres que ha perdido su trabajo como el número de mujeres que se han incorporado (de nuevo o por primera vez) al mercado laboral. Es decir, que los hombres se han bajado del andamio para volver a casa y las mujeres han salido de casa para entrar en el tajo. 100.0000 mujeres, ahí es nada.
Pregunta 1: Una vez que han salido a trabajar fuera, cuando la crisis se acabe ¿querrán volver?
Respuesta 1: Si al llegar a casa cada día, siguen teniendo las tareas domésticas intactas, seguro que sí. Si han encontrado empleos mínimamente estimulantes y sus parejas han asumido su nuevo papel dentro de la organización familiar, seguro que no.
Pregunta 2: ¿Nos podemos permitir que esta nueva población, que está acumulando experiencia en situaciones difíciles, prefiera volver a la dependencia económica porque la independencia le cuesta la salud (por aquello de la doble o triple jornada)?
Respuesta 2: Si queremos generar una riqueza que nos permita no sólo salir de ésta, sino mantenernos después, no podemos.
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Día de la Mujer: por lo conquistado y por lo pendiente
1 Comentario
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Es la nueva tendencia. Yo creo que cada vez somos más individualistas todos. Cada uno se hace lo suyo y así no hay peleas.