La pandemia del Covid-19 trae tras de sí una fuerte crisis económica que amenaza con aumentar la desigualdad de género. También en el ámbito del empleo donde las empresas se han visto obligadas a replantear sus políticas laborales y la plantilla se encuentra en una situación de incertidumbre. En este sentido, para mantener la motivación, cobra fuerza el salario emocional, intrínsecamente relacionado con las condiciones de trabajo.
Grandes pérdidas económicas
La paralización de la actividad económica durante los meses de confinamiento por la pandemia del coronavirus ya está teniendo importantes efectos. La Organización Internacional del trabajo estima que podrían perderse alrededor de 15 millones de empleos en todo el mundo.
Las empresas, especialmente las pequeñas, se enfrentan a pérdidas catastróficas. El sector más afectado es el de servicios, especialmente lo que compete a la hostelería y el comercio. Empleos feminizados que suelen ser los más precarios por las jornadas, los salarios y las condiciones laborales. Lo que desemboca en mayor porcentaje de despidos y de pobreza. De hecho, desde el inicio de la crisis del Covid-19, las mujeres han perdido más sus empleos que los hombres.
Por ello es importante introducir el análisis de la perspectiva de género a la hora de estudiar las consecuencias económicas, pero, también, para implementar las medidas necesarias.
Nuevos retos ante la crisis del Covid-19
Nuevos tiempos requieren nuevas medidas. De ese modo, las organizaciones tienen que aprender a adaptarse a una nueva situación, donde la distancia de seguridad y las medidas preventivas son fundamentales. Al tiempo que el futuro económico se torna incierto tanto para las empresas como para la plantilla.
Las empresas deben, ahora más que nunca, cuidar de su bien más valioso: el equipo de trabajo. Ya son muchas las organizaciones que se han decidido a proteger y compensar a su plantilla. En este sentido, el salario emocional juega un papel importante para superar la crisis. Así lo afirma el informe Global Talent Trends 2020, que señala que las empresas preocupadas por el bienestar de su equipo están mejor preparadas para superar la crisis sanitaria y son hasta cuatro veces más productivas. Este estudio incide en que cada vez más las empresas están poniendo el foco en la protección de la salud, el bienestar y la conciliación, entre otros, siendo estímulos para salir airosas de los tiempos de incertidumbre que se avecinan.
El salario emocional
El salario emocional está compuesto por todos aquellos beneficios no monetarios que una empresa ofrece a su plantilla. Relacionado, obviamente, con un salario digno. Bajo ningún concepto el salario emocional debe sustituir al salario económico, sino que debe suponer un valor añadido. De hecho, un salario digno también es salario emocional.
Se trata de incentivos como medidas de conciliación corresponsables, la flexibilidad horaria, la formación por parte de la empresa, el reconocimiento al trabajo bien hecho, los servicios de guarderías, el teletrabajo, las oportunidades de crecimiento, el buen ambiente laboral, el desarrollo profesional y personal, los cheques de restaurantes, los seguros médicos, las ayudas al desplazamiento … En definitiva, medidas de bienestar laboral que mejoran la calidad de vida de las y los empleados.
Precisamente es ese salario emocional lo que convierte a una empresa en un lugar óptimo para trabajar. Tal es así que existe una organización del ámbito internacional, Great Place to Work, que anualmente selecciona las empresas consideradas así por las y los trabajadores, estableciendo un ranking.
La retribución flexible
Bien es cierto que, aunque muchos de estos beneficios no económicos para la plantilla, no suponen un alto coste para las empresas, algunas no pueden permitírselo. En estos casos existe una alternativa: la retribución flexible o a la carta. Esta permite a las y los empleados elegir qué servicios quiere incluir en su sueldo, por ejemplo, el servicio de guardería, el servicio médico… Consiste en facilitar a la plantilla la posibilidad de abonar determinados servicios directamente a través del bruto de su nómina, con lo que consiguen un ahorro directo equivalente a su porcentaje aplicable de IRPF, pudiendo obtener interesantes reducciones fiscales. De este modo, la o el empleado puede ver cómo su sueldo se incrementa sin que a la empresa le suponga un gasto.
Beneficios del salario emocional
El salario emocional es una estrategia y una inversión a largo plazo. Es importante para el crecimiento y la expansión de las empresas y la motivación de la plantilla. Entre los beneficios para las organizaciones destaca:
- La mejora el clima laboral de la empresa
- La retención y atracción del talento
- El aumento de la productividad y la rentabilidad de las organizaciones
- La mejora de la responsabilidad social corporativa
- La disminución de la rotación del personal y el absentismo, así como de los costes administrativos que conlleva
Existen muchas fórmulas que llevan a las empresas a estas ventajas. Destacan los planes de igualdad como marco idóneo para desarrollar estas acciones.
Los planes de igualdad
Los planes de igualdad son un conjunto ordenado de medidas para conseguir la igualdad en las empresas. Hasta ahora solamente eran obligatorios para las empresas de más de 250 personas en plantilla, las que estaban obligadas por el convenio colectivo y las que habían sido sancionadas por discriminación por la autoridad laboral y esta había decidido sustituir las sanciones por la elaboración y aplicación de los planes de igualdad.
No obstante, desde el Real decreto ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación, además de esos preceptos, se suman a la obligatoriedad aquellas empresas de más de 50 personas. Además, estarán obligadas a inscribir dicho plan en el registro de planes de igualdad de las empresas.
Las leyes sobre los planes de igualdad continúan vigentes
Es importante destacar que estas obligaciones no se han visto paralizadas con la situación actual, por lo que es óbice que las empresas cumplan con sus compromisos en materia de planes de igualdad. Así, deben abordar en los mismos:
- Los procesos de selección y contratación
- Clasificación profesional
- Formación
- Condiciones de trabajo e igualdad salarial
- Medidas de conciliación corresponsable
- Infrarrepresentación femenina
- Prevención del acoso sexual y por razón de sexo
Contenidos que deben estar basados en medidas que contribuyen al aumento del salario emocional y a grandes beneficios en la igualdad entre mujeres y hombres.
Beneficios de la eliminación de las desigualdades
La eliminación de las desigualdades en el mercado laboral potencia el crecimiento económico y tasas de empleo más elevadas. Son las conclusiones del estudio “Beneficios económicos de la igualdad de género en la Unión Europea” del Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE). Este ha analizado de qué modo las medidas adoptadas en materia de igualdad de género pueden contribuir al aumento de la economía en la Unión Europea. Entre los resultados que arroja el estudio destacan:
- Un notable aumento del número de trabajos del que se beneficiarían mujeres y hombres
- Hasta 10.5 millones de puestos de trabajo adicionales para 2050, muchos de ellos, el 70%, serían ocupados por mujeres
- Efectos positivos sobre el aumento de hasta casi un 10% del PIB per Cápita
Sin embargo, que las empresas desarrollen medidas de igualdad no solo es una cuestión de responsabilidad o de economía. También es un mandato legal y de conciencia social para impedir el retraso de la igualdad de género ante la crisis del Covid-19. Ante ello, todas las políticas empresariales deben estar reorientadas a dar respuesta a esa prioridad, ya que las ventajas que conlleva son amplias y beneficiosas para empresas y plantilla.
Jéssica Murillo, periodista experta en igualdad e intervención en violencia de género