Algunos de los temas de conversación más repetidos en estas fiestas giran en torno a cenas, comidas, dulces y recetas. Aquí os dejamos la nuestra, se trata de una receta para conseguir una deliciosa corresponsabilidad. ¡Esperamos que os guste!
Ingredientes
- Un cónyuge, pareja de hecho o alguien a quien te una relación afectiva similar; puede ser de uno u otro sexo.
- 1 ó más hijos/as biológicos, adoptados o en acogida.
- 1 hogar: un piso, un apartamento, un adosado; es igual si es en alquiler o propiedad.
- Un pellizco de responsabilidad.
- Un vaso de ganas para tomar decisiones.
- 1dl de capacidad para delegar en otras personas.
- 2 tazas de creatividad.
- 100 gramos de tiempo.
- Un saco grande de amor «gran calidad».
- Un toque de buen humor.
Además:
- Se pueden añadir más personas, siempre que ostenten el sello de «corresponsables».
- Un bolígrafo, papel y un imán para la nevera.
Elaboración
Primero se coge un papel en blanco y se realizan dos listas. En una de ellas se relacionan todas las tareas que hay que realizar para la celebración de la Nochebuena y el Día de Navidad; en la otra se menciona el nombre de las personas que conviven en familia.
En la lista de las tareas, y al lado de cada una de ellas, se especifica la fecha, lugar, hora y tiempo necesario para realizarlas.
En el listado de personas constarán los gustos, capacidades, habilidades y disponibilidad de fechas y horas para desempeñar trabajos que serán asignados.
Finalmente, en una hoja nueva dibujaremos una tabla. En la parte izquierda y de arriba a abajo colocaremos las actividades. En la parte superior y de izquierda a derecha escribiremos el lugar, tiempo y la fecha en la que habrán de realizarse. En la última columna, el nombre de la persona a la que se ha asignado cada trabajo.
Cuando hayamos finalizado el dibujo, convocaremos una reunión amistosa para comunicar el reparto de ocupaciones, alcanzar acuerdos, realizar las modificaciones que se propongan y establecer el cronograma final.
Cuando se haya alcanzado el consenso y todas las personas tengan claro cuáles son las funciones que tienen asignadas —cómo, cuándo, dónde, con quién y para qué deben de ser realizadas—; se colocará el cuadro en un lugar visible; por ejemplo, en la nevera.
¡El resultado sorprenderá a todos! Se sentirán importantes y responsables en el buen resultado de la fiesta.
Se pueden establecer pequeñas recompensas durante este tiempo a quien cumplan con sus tareas y un premio al «Mejor Corresponsable Navidad 2015«.
La receta también se puede repetir, si se encuentran los ingredientes, en otras fiestas y épocas del año. Si la primera vez no resulta perfecto, se puede repetir el procedimiento hasta conseguir un resultado satisfactorio. El truco está en la constancia.