Hace unas semanas los diferentes medios nos contaban como Primark había puesto en pie de guerra a las madres.
Según cuenta la noticia, el pasado 10 de agosto una madre fue invitada a abandonar una de las diferentes tiendas de esta cadena por estar amamantando a su hijo. Los argumentos fueron que era la política de la marca y que su acto podría resultar ofensivo al resto de clientes.
No es la primera vez que un hecho de este tipo salta a los periódicos en nuestro país. Mientras que en países como Reino Unido o Estados Unidos hay una ley específica que regula la lactancia en espacios públicos, en España encontramos un vacío legal al respecto. La Ley de Igualdad de 2010 de Reino Unido considera discriminación el acto de tratar negativa o desfavorablemente a una mujer por el simple hecho de estar amamantando. En nuestro país, al existir dicho vacío legal, este tipo de situaciones recae en la política de cada empresa.
Es en este tipo de situaciones, donde aparece la importancia de la política de Responsabilidad Social Empresarial de cada empresa o pyme. Las distintas iniciativas que hacen referencia a la lactancia deben ir enfocadas tanto al personal trabajador como a los clientes y usuarios de los servicios de la empresa.
Legalmente, tanto la madre como el padre, pueden pedir el Permiso de Lactancia. Este permiso permite al padre o al madre ausentarse del trabajo durante una hora, o durante dos fracciones de media hora, para alimentar al hijo o hija. La duración de este permiso se alarga hasta los nueve meses desde el nacimiento del bebé. El trabajador o trabajadora es quien elige donde situar esta fracción de tiempo, aunque lo más habitual es colocarlo al principio, mitad o final de la jornada laboral.
Las iniciativas de RSE para la lactancia que repercuten en clientes y usuarios se pueden ver en algunos sitios, como centros comerciales. Cada vez es más habitual ver salas de lactancia donde se prepara un entorno tranquilo, confortable y con todas las garantías higiénicas y sanitarias para que dar de mamar al bebé o darle el biberón. Estas salas suelen estar equipadas con sofás o sillones cómodos y otras piezas de mobiliario.
Otras iniciativas no necesitan de infraestructura, y consisten en una política de empresa que apoye tanto la lactancia natural como artificial y que permite llevarla acabo en sus instalaciones. En definitiva, una actitud positiva y respetuosa.