Por fin sabemos los resultados de las elecciones. Lo que no sabemos es cuándo una mujer encabezará una de las listas de los partidos más votados. Ni siquiera imaginamos una mujer presidenta en un futuro cercano … ¿o sí?
La Ley para la igualdad de mujeres y hombres añadió en el año 2007 un nuevo artículo a la Ley del Régimen Electoral General del año 1985: el artículo 44 bis. Éste expresa textualmente:»Las candidaturas que se presenten para las elecciones de diputados al Congreso (…) deberán tener una composición equilibrada de mujeres y hombres, de forma que en el conjunto de la lista los candidatos de cada uno de los sexos supongan como mínimo el cuarenta por ciento. Cuando el número de puestos a cubrir sea inferior a cinco, la proporción de mujeres y hombres será lo más cercana posible al equilibrio numérico» y «cuando las candidaturas para el Senado se agrupen en listas (…) tales listas deberán tener igualmente una composición equilibrada de mujeres y hombres, de forma que la proporción de unas y otros sea lo más cercana posible al equilibrio numérico.»
Los candidatos
En estas elecciones generales los cabezas de partido en campaña electoral, y de momento candidatos «provisionales» a la presidencia del gobierno, han sido:
- PP: Mariano Rajoy
- PSOE: Pedro Sánchez
- Podemos: Pablo Iglesias
- Ciudadanos: Albert Rivera
- ERC (Esquerra Republicana de Catalunya): Gabriel Rufián
- Democràcia i Llibertat: Francesc Homs I Molist
- PNV (Partido Nacionalista Vasco): Aitor Esteban
- IU-Unidad Popular: Alberto Garzón
También son hombres los representantes en otros partidos: EH Bildu, Coalición Canaria o Geroa Bai.
Las listas
Ley General Electoral obliga a que las listas sean paritarias, pero ésta poco ayuda a garantizar la paridad en el Congreso de los Diputados si a las mujeres se las coloca en las últimas posiciones de las listas, en los lugares donde difícilmente puede alcanzarse la condición de diputada.
Las listas provinciales de las diferentes formaciones políticas han sido encabezadas mayoritariamente por hombres. En el Partido Popular, de un total de 54 candidaturas, solamente un 15 fueron encabezadas por mujeres —un 27,8%—; en Podemos la presencia de mujeres alcanzó el 40%. Estas cifras, que han podido variar de un partido a otro, reflejan un realidad común a todos: hay menos (muchas menos) mujeres que hombres.
Puede ocurrir incluso que una lista encabezada por una mujer haya situado a las demás en los últimos puestos y sin más opciones que soñar y apoyar a sus compañeros en el camino del éxito.
El Congreso
La posición de desigualdad que ocupan las mujeres en las listas de los diferentes partidos tiene reflejo inmediato en la composición del Congreso de los Diputados; automáticamente más del 60% de los diputados serán hombres.
Conclusiones: hablamos de otras mayorías
El Congreso de los Diputados es la fábrica de las leyes que rigen nuestra convivencia y regulan nuestros derechos (incluidos los fundamentales), un órgano de toma de decisiones donde las mujeres no tienen la mayoría. Así pues cabe preguntarse: ¿tienen legitimación los hombres para tomar las decisiones que afectan a las mujeres?¿qué o quién les legitima?¿debería ser la participación de las mujeres proporcional al número de ciudadanas? ¿son las manifestaciones, organizadas por los movimientos de mujeres, el mayor y mejor órgano de representación de sus intereses?¿son lobbies de presión sobre los órganos masculinizados de toma de decisiones?¿otra alternativa es posible?
Quizás, sólo quizás, las mujeres hemos perdido estas elecciones.