Cuatro delitos de maltrato y uno de amenazas leves hacia una exnovia. A ello se expone el jugador del Real Betis Rubén Castro, a quien la Fiscalía pidió una pena de dos años y un mes de cárcel y 360 euros a la víctima. La justicia decidirá su culpabilidad o no, lo que sí es censurable es el comportamiento y los cánticos a favor de la violencia -machista, en este caso- de parte de la grada del último partido del Betis: «Rubén Castro alé, Rubén Castro alé, no fue tu culpa, era una puta, lo hiciste bien».
«Ningún deporte está por encima de los derechos humanos», espetó la abogada de la exnovia del futbolista, Amparo Díaz, en referencia a dichos insultos. Ante las críticas, la Fiscalía de Sevilla abrió diligencias de investigación por los cánticos. También el equipo de fútbol sevillano ha reaccionado lamentando los gritos, aunque según la abogada, solo lo ha hecho cuando ha visto peligrar su imagen, ya que venían escuchándose desde hace tiempo.
La abogada ha pedido que, si se vuelven a repetir los cánticos debería pararse el partido de fútbol porque es una cuestión que afecta a «los derechos humanos y al orden público».
También la delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Blanca Hernández, ha condenado la actitud de dichos forofos en el partido del Betis y se ha solidarizado con ella y con «todas las mujeres que han sufrido alguna forma de violencia de género«. Y ha añadido: «Es importante que toda la sociedad se implique para erradicar la violencia sobre las mujeres y para desterrarla».
En efecto, el fútbol es un espectáculo de masas, el que mueve a más personas en España. Además, los futbolistas son iconos de los niños. Por ello, es especialmente importante atajar toda exhibición de apoyo hacia la violencia, y más aun la machista en un deporte en el que todavía perduran las desigualdades: las gradas todavía siguen estando dominadas por hombres -aunque cada vez menos- y las mujeres que se dedican a este deporte continúan siendo ninguneadas por los medios de comunicación y, por extensión, por la sociedad.
En este sentido, Blanca Hernández ha dicho que en el mundo del deporte es importante tener una «responsabilidad especial» debido al «impacto que tiene en la conformación de los valores de la sociedad», por lo que ha instado a la sociedad a «tomar partido». La directora de Violencia de género de la Junta de Andalucía, Encarnación Aguilar, ha mostrado su preocupación porque muchos de los aficionados que cantaron en el partido eran jóvenes.
Ahora queda esperar las represalias que se toman tanto por parte del equipo de fútbol como por parte de la justicia.
