Cada vez son más los muros que se van derribando con la igualdad. También el de las profesiones más masculinizadas. Hacemos un repaso de los sectores masculinizados donde cada vez hay más presencia de mujeres.
La mujer comienza a conquistar sectores masculinizados
Desde la Primera Guerra Mundial y, sobre todo, después de la II Guerra Mundial, son muchas las profesiones y puestos de trabajo que el sistema se ha cuidado mucho de reservar a los hombres. Ya fuera en un principio para que recuperaran sus empleos al volver del frente o ya fuera para mantener el orden patriarcal en la esfera pública o privada.
Las mujeres que ejercían de chofer, mecánicas, cocineras, en las fábricas, en las industrias, en la gestión pública o en las ingenierías, tuvieron que dar marcha atrás hacia casa. E incluso se las pretendió borrar como si nunca hubieran hecho (y muy bien) esos empleos.
Pese a esos esfuerzos, son muchas las mujeres que se abren paso en sectores masculinizados.
1. Tecnología
Pese a que sigue habiendo carencias en el uso y acceso a las tecnologías por parte de las mujeres, el cuento está cambiando. No solo cada vez son más las chicas que estudian carreras tecnológicas, si no que las trabajadoras aumentan y empiezan a llegar a puestos de relevancia. Compañías como Google, Microsoft, Hispasat, Amazon, Indra, eBay o los todo poderosos de las redes sociales como Linkedin, Facebook o Twitter cuentan con mujeres como CEO, presidentas o encargadas de áreas geográficas importantes. Un margen para mejorar muy amplio ya que, según el estudio Women in Digital de la Unión Europea, solo el 18% de los especialistas en tecnologías TIC en el territorio europeo son mujeres. Mucho por hacer.
2. Los negocios
Todos los estudios sobre resiliencia ante las crisis y los nuevos liderazgos resaltan la necesidad de diversidad en los cargos directivos. Según el Peterson Institute for International Economics, los negocios con presencia en su dirección de al menos un 30% de mujeres aumentan su rentabilidad hasta un 15% más que otros similares. No solo se trata de una oportunidad que las empresas deben aprovechar, si no que las mujeres están emprendiendo en busca de sus propias oportunidades. Todo esto y más, hacen que en el sector negocios se valore cada vez más la diversidad y la presencia de mujeres en consejos directivos y puestos de responsabilidad.
3. El cine y el mundo audiovisual
Ni musas ni espectadoras pasivas. La imagen antigua de la mujer modelo, sin qué decir, está siendo sepultada por las nuevas actrices, directoras, guionistas, productoras, etc. Si en la edición de 2020 de los premios Goya solo el 21,5% de las nominaciones correspondían a mujeres, este año ha llegado casi al 50%. Lo mismo ocurre en el sector audiovisual, con cada vez más series protagonizadas por mujeres, que hablan de historias de mujeres, dirigidas por mujeres e impulsadas por mujeres. Además, la mirada femenina detrás y delante de la cámara hacen también del mundo un lugar más igualitario, gracias a los referentes.
4. Gastronomía
Pese a que la cocina siempre ha sido una tarea ‘obligatoria’ de la mujer dentro de casa, en el exterior ha sido diferente. De los cientos de restaurantes premiados con la estrella Michelín, que se otorgan desde 1931, sólo el 9,2% de las cocinas están dirigidas por mujeres. Pese a que todos los grandes chefs cuentan con sus madres como referentes, lo cierto es que la formación de alto nivel también en gastronomía está vedada a las mujeres. Aún en pleno siglo XXI, de los estudiantes que se graduaron en la primera promoción del Basque Culinary Center, 35 eran hombres frente a solo 19 mujeres. Y en caso de destacar, las mujeres se quedan con sectores menos valorados como la repostería, por ejemplo.
5. Arte urbano
Ni la pintura, ni la escultura, ni la performance es que hayan alcanzado cuotas de igualdad ni para su autoría ni su representación. Pero el caso del arte urbano, es especial. Hecho en la calle, muchas veces de forma ilegal y con necesidades físicas que para muchos dejan fuera a la mujer. Pero cada vez más, las mujeres artistas, arquitectas, urbanistas, paisajistas se lanzan al mundo del ‘street art’, se suben a la grúa y cambian el aspecto de las ciudades. Algunos ejemplos en España son Nuria Mora, Btoy, Hyuro o Fitz Licuado.
6. Videojuegos
El sector de los videojuegos ha pasado de ser una pequeña parte de las empresas del ocio a representar una potencia económica tremenda. Y se ha pasado, no solo de ser una industria hecha por y para hombres, si no que cada vez más las gamers quieren títulos específicos o que sean incluidas de forma transversal. De hecho, en Latinoamérica, se calcula que el 47.9% de todos los entusiastas de los videojuegos eran mujeres. También como creadoras, programadoras, guionistas, diseñadoras y todos los papeles creativos y de producción que conlleva. Pese a ello, actualmente solo el 16,5% de las personas empleadas de forma directa en el sector de los videojuegos en España son mujeres, según el estudio Género, gamers y videojuegos.
7. Investigación científica
Cada vez más mujeres estudian las llamadas carreras STEM y cada vez más se dedican a la investigación. Pese a la precariedad laboral, la temporalidad y las dificultades para conciliar, muchas mujeres investigan. La propia Unesco calcula que actualmente el 28% de todo el personal científico a nivel global está compuesto por mujeres. Una de las ramas donde más personal femenino hay es en biomedicina. Según un estudio de la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña (AQuAS), las mujeres representan un 74% del personal en las distintas categorías profesionales que trabajan en biomedicina en Cataluña. El mal dato, que pese a ser aplastante mayoría solo representan el 13% de los cargos directivos en los centros de investigación.
8. Transportes
Precisamente uno de los puntos más sensibles de esos puestos ‘masculinos’ siempre ha sido el transporte. Por ser estratégico en guerra e imprescindible en paz. Desde abastecimiento al turismo. Quien lleva el volante, tiene poder y eso se nota. Según la Comisión Europea, solo el 22% de los trabajadores europeos del transporte son mujeres. Una media en la que destaca la alta presencia de mujeres -sobre todo en puestos asistenciales- en el transporte aéreo y que se reduce en el marítimo o en el terrestre. De nuevo, los estereotipos, la falta de oportunidades y de referentes son los principales motivos por lo que aún resulta anecdótico encontrar una taxista, capitana de barco o conductora de autobús. Pese a las barreras, recientemente la DGT reconocía que la presencia de mujeres en este último empleo ha aumentado hasta un 90% en los últimos cinco años.
Sectores con poca presencia de las mujeres
Aunque los avances son esperanzadores todavía queda mucho por hacer. Sectores como la electricidad, la construcción, la mecánica o la minería, se resisten. La presencia de mujeres no es más que anecdótica según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE). No solo los estereotipos con los que convivimos desde la infancia influyen, también lo hacen las condiciones de trabajo y el ambiente laboral. Como aquellas mujeres expulsadas de sus trabajos al volver los hombres de la guerra, hoy en día también hay muchos sectores poco amigables con las mujeres.
Laura L. Ruiz, periodista experta en igualdad