Tolerancia cero con la mutilación genital por las 200 millones de víctimas

Tolerancia cero con la mutilación genital por las 200 millones de víctimas
6 febrero 2018 Concilia2

Mutilación femenina

La mutilación de mujeres y niñas se practica en hasta 30 países de África, Oriente Medio y Asia.

Cada año, casi tantas niñas como población tiene Madrid capital (tres millones) son sometidas a la mutilación genital femenina. Gambia o Indonesia figuran entre los países en que se ejecuta esta práctica que vulnera un sinfín de derechos. En Guinea o Djibouti, más de 9 de cada 10 mujeres de 15 a 49 años la han sufrido. ¿Te suena lejano?, ¿ajeno? No lo es. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, más de 2.100 niñas procedentes de los territorios donde la mutilación está más arraigada están en riesgo de que se les practique. En toda España, la cifra se eleva a 18.396 menores de 14 años. Para preservar su integridad, y por las 200 millones de víctimas alrededor del mundo, el 6 de febrero se celebra el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina.

Mutilación genital femenina

Dónde, cómo, cuándo y con qué argumentos

El qué es la mutilación genital femenina (MGF) se puede responder de muchas maneras. Es una de las formas más crueles de violencia contra la mujer. También es un reflejo de hasta dónde puede llegar la desigualdad de género. Y aún hay más vías. Forma de tortura,  o violación de los derechos de la mujer y del niño son otras definiciones que se ajustan a la MGF.

Respecto al proceso, la mutilación es cualquier procedimiento por el que se lesionan o varían los órganos genitales de una mujer. Por lo general, más que mujer, niña. Y es que, entrando en el cuándo, lo habitual es que la intervención se realice en la percha evolutiva que va desde la infancia a la adolescencia.

Del mismo modo que se cercena a las mujeres con distintos tipos de mutilación, son muchos los argumentos que emplean quienes siguen sometiendo a las niñas a estas prácticas lesivas. ¿Por qué lo hacen? Pues, como explica la Organización Mundial de la Salud, en muchos casos, esta violación de los derechos humanos se ve como parte de un rito de transición de la niñez a la edad adulta. Sin embargo, los argumentos son variados y están ligados a cuestiones culturales y de presión social. Allá donde la mutilación no se cuestiona, oponerse a ella ni entra en consideración.

Respecto al dónde, todavía sigue arraigada en una treintena de países. Estos se concentran en el África Subsahariana, Asia y Oriente Medio. Sin embargo, España no es ajena a esta práctica. Con algo más de 69.000 mujeres procedentes de los territorios en los que son mutiladas, el riesgo se extiende también aquí. Lo revela, al detalle, el último mapa de la Mutilación Genital Femenina de la Fundación Wassu-UAB.

Lucha contra la MGF

En España y en las zonas donde la mutilación se sigue practicando, se van dando pasos para erradicarla. Aquí son muchos los colectivos que trabajan por la prevención. En este terreno, las campañas informativas con los colectivos migrantes son clave. La formación específica de  profesionales en campos como la salud es otro eje esencial.

En la agenda política, el Pacto de Estado contra la violencia de género debe traducirse en avances. Esto es así porque, al equiparar el concepto de violencia contra la mujer al del Convenio de Estambul, la mutilación se reconoce como tal.

África está siendo también prolífica en iniciativas, gubernamentales y de la sociedad civil. Así, por ejemplo, Liberia acaba de prohibir la mutilación genital. La noticia, sin embargo, tiene partes negativas. Solo estará vigente durante un año y no incluirá a mayores de edad.

En lo que toca a la sociedad civil, destaca el proyecto de cinco adolescentes de Kenia que se han bautizado como ‘Las restauradoras’. Para ello, han creado I-Cut, una aplicación para móviles. Con ella, las potenciales víctimas pueden entrar en comunicación con instituciones médicas o legales, a las que pueden pedir apoyo vía app. Las jóvenes participaron con esta iniciativa en Technovation, concurso promovido por la ONU, Google y Verizon.

Mutilación: lo que supone para la mujer

La mutilación entraña severos riesgos para la salud de las centenares de miles de mujeres que son sometidas a ella. Los más inmediatos de la intervención (en las nulas condiciones de higiene en que suele practicarse) van desde hemorragias, hasta infecciones e incluso la muerte.

A un plazo mayor, este tipo de práctica puede tener multitud de consecuencias. Entre ellas, el aumento de las posibilidades de mortalidad del niño durante un embarazo o las dificultades en el parto. También son frecuentes los problemas sexuales o trastornos psicológicos. Todo esto, por imperativo, sin que las víctimas tengan “derecho a hablar y defender sus intereses”.

Lo sostienen desde la ONG Save a Girl, Save a Generation, fundada por la somalí Asha Ismail. Tras sufrir la experiencia, ahora echa el resto para “proteger a otras mujeres” y detener el avance de la cifra de víctimas. Si nada cambia, ese contador de tres millones de menores ultrajadas por año seguirá subiendo. Y así, en 2030, la cifra de niñas mutiladas habrá escalado a 86 millones.

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