En el post de hoy, vamos a dar un repaso a los Derechos de la Mujer en España a través del punto de vista de tres mujeres de distintas generaciones. A través de Julia, Susana y Elena veremos tres momentos distintos de la historia española. Son tres mujeres que perfectamente podríamos encontrar en cualquier ciudad o pueblo de nuestro país.
Julia nació en 1925. Cumplió el Servicio Social Obligatorio, y en el colegio aprendió una materia muy habitual: Enseñanzas del Hogar. Se casa en 1945 con Manuel, su novio de toda la vida. Por supuesto, se casa por la Iglesia, ya que el matrimonio civil estaba prohibido. Nunca vivió sola ni tampoco viajó mucho. Julia debía vivir en el hogar familiar hasta que se casara, o hasta que se decidiera entrar en un convento. En aquella época el «hasta que la muerte nos separe» era una realidad. Tanto el divorcio como la separación estaba prohibidos. Las infidelidades de la esposa se pagaban con la cárcel. Ellos podían ser infieles siempre y cuando no se descubriera ni conviviera con su amante en la casa familiar. Además, si el marido descubría a su esposa siéndole infiel podría asesinarla, bajo pena de destierro. En el caso contrario, el crimen se consideraba un parricidio y la esposa pasaría toda su vida en la cárcel.
Julia dedica su vida al cuidado del hogar y a sus hijos. Al estar casada no podía trabajar en talleres ni industrias. Tampoco podía presentarse a algunas oposiciones, como por ejemplo, juez. Necesitaba a su marido para firmar un contrato de trabajo, sacarse el carné de conducir, tener pasaporte o abrir una cuenta en el banco.
Del matrimonio de Julia y Manuel nace Susana en 1950. Ella también estudió Enseñanzas del Hogar en el colegio. Se casa con David en 1972. Como su madre, no tiene derecho a divorciarse, ni a abortar ante un embarazo no deseado ni ante otra situación. En ningún caso, la patria potestad recae en la madre. Aún así, la situación de la mujer va cambiando poco a poco. Según la Constitución de 1978, no debe haber discriminación por ser mujer, pero la realidad social es muy, muy distinta. Se ha anulado la Licencia Marital, por lo que ya no es necesario el permiso del marido para firmar un contrato o abrir una cuenta bancaria. La mujer empieza a decidir sobre la planificación familiar, ya que pueden tomar anticonceptivos.
Elena nace en 1981. Tiene 32 años y dirige su propia pyme. Aunque es consciente de la diferencia de derechos entre su abuela, su madre y ella, también sabe que hay mucho por hacer. Ahora, Elena puede divorciarse y tener la patria potestad de sus hijos, abortar libremente antes de la semana 14, ser militar, legionaria, paracaidista y participar en operaciones especiales del Ejército. En realidad, puede trabajar en donde desee, aunque en la realidad es difícil ganar lo mismo que sus compañeros por el mismo trabajo realizado. Por ley, desde 2004, Elena está protegida íntegramente frente a las agresiones machistas, pero la violencia de género sigue siendo un gran problema en nuestra sociedad. Elena sabe los derechos que tiene y los que debería tener y lucha por ellos.
¿ Seguimos el camino hacia la igualdad?
Fuente: El País.